Si espectacular fue la entrada a Marmaris, la
salida no se queda atrás. El sol ocultándose y nosotros navegando la primera hora hacia el sur por el estrecho de Rodhas, permitió mantener el rojizo cielo sobre las montañas de las diferentes Islas Turcas y la sierra en tierra firma para el deleite de los ojos de todos los que viajamos en cubierta o en cabinas del lado de estribor.
salida no se queda atrás. El sol ocultándose y nosotros navegando la primera hora hacia el sur por el estrecho de Rodhas, permitió mantener el rojizo cielo sobre las montañas de las diferentes Islas Turcas y la sierra en tierra firma para el deleite de los ojos de todos los que viajamos en cubierta o en cabinas del lado de estribor. Mientras girábamos hacia el oeste en busca de la Isla KOS y hasta la oscuridad total que imposibilitaría tomar fotos, la cámara no paró de disparar a la proa, popa, arriba y abajo.
Lanchas pilotos nos acompañaron un corto trayecto y a velocidad por debajo de los 10 nudos, amplió el espacio de tiempo mientras el sol continuaba su camino hacia el ocaso. Velero regresando a puerto y pequeños poblados en la orilla al pie de la montaña complementan el paisaje junto a las luces destellantes de las boyas y faros de navegación.
Nos llevamos un grato recuerdo de MARMARIS, sus blancas casas de callejones estrechos y balcones floreados. Su mercado popular o Bazar al aire libre, y unas vistas increíbles de las diferentes calas llenas aún de temporaditas que aprovechan este otoño veranado.
Dos pequeñas mezquitas y una fortificación medieval completaron junto con las tiendas y el regateo la visita al centro de la ciudad, que a propósito de regateo, prácticamente todo se termina comprando 2x1.
Difícil describir con palabras lo vivido,
por eso se completará con la siguiente GALERÍA FOTOGRÁFICA de la salida del barco hasta su salida del estrecho de Rodhas para entrar ya en el mar Egeo al norte del Dodecaneso y al este de la Islas Cícladas rumbo a la Ciudad de IZMIR o ESMIRNA.
